viernes, 13 de agosto de 2010

Fuera Macri y su Metropolitana

Según se prevé, el jueves 12 la Legislatura vota crear una comisión investigadora. Ese día, mientras afuera el CADHU, MST, la CCC, Libres del Sur en Proyecto Sur, Ademys

y otras organizaciones populares realizamos una radio abierta, en la sesión Parrilli reitera la necesidad de destituir al jefe de gobierno y disolver su policía.



El 3 de agosto, la Comisión de Asuntos Constitucionales debatió diferentes alternativas ante la crisis con Macri y su gobierno. Allí nuestro diputado sostuvo lo siguiente:

«La posición de nuestro bloque, el MST, es echar a Mauricio Macri del Gobierno de la Ciudad por su política represiva. En ese punto gira nuestro proyecto de juicio político. Acusamos a Macri por mal desempeño en el cargo, por los episodios investigados en la causa de las escuchas, por toda su política de seguridad, por violar la propia Ley de Seguridad que está obligado a respetar, por haber formado la cúpula de la Policía Metropolitana con elementos provenientes de la dictadura genocida.

«Es un hecho muy grave que se dio cuando estas personas fueron nombradas y es ratificado al mantenerlas sus puestos, defendidas cotidiana-mente por el jefe de gobierno o sus ministros. El otro día, en una desafortunada intervención telefónica, el ministro de Justicia y Seguridad Guillermo Montenegro estaba defendiendo a una de las personas que nosotros cuestionamos, el comisionado Ricardo Raúl Ferrón. Defendía además un expediente de la peor etapa de la dictadura militar, que es modelo de cómo se atacó a las organizaciones de derechos humanos. Esto no lo digo yo: figura en el Nunca más, en el informe de la Comisión Intera-mericana de Derechos Humanos y en el Departamento de Estado de los Estados Unidos que, para el PRO, debería ser una autoridad casi suprema.

«Montenegro defiende a Ferrón, Mazzeo y al resto de la banda de secuestradores, tortu-radores, asesinos y corruptos que Macri colocó al comando de la Metropolitana. No son elementos ideológicos, como dijo el ministro. Todos tenemos ideologías, salvo los animales. Son hechos de la realidad, públicos y notorios, fácilmente constatables con observar los legajos. Por suerte, Macri y Montenegro no siguieron a la caída del Führer en Alemania. Si no, hubiesen puesto a los integrantes de la SS, que no tuvieron ni condena ni proceso, al comando de la nueva policía.

«La Ley de Seguridad establece que la Metropolitana es de proximidad, comunitaria y amiga del ciudadano, del habitante. Esa policía no cumple ninguna de esas funciones. Es un hecho brutal, que toda la oposición debe tomar.



Macri, similar a los nazis



«El juicio político es el camino más expeditivo para sacar a Macri y a su política, que se expresa también con las leyes que pretende para reformar el Código Contravencional sobre los trapitos, cuidacoches o motochorros, como los llama el PRO. Hace unos días repasaba el proyecto del Partido Nacional Socialista Alemán sobre tratamiento a los extraños a la comunidad, y la definición que los juristas de Adolfo Hitler dan en esa ley sancionada el 1º de enero de 1945 es muy similar a la que se desarrolla veladamente detrás de las figuras de trapitos o cuidacoches.

«Todas estas son causas para pedir que Macri y su política se vayan del Poder Ejecutivo, y con ellos se irán Montenegro y el resto.

«Acá tenemos un proyecto del macrismo -sumido en una profunda crisis-, que es un proyecto de juicio político para la absolución. Es lo mismo que si un fiscal realizara una denuncia en la que solicita que se compruebe la inocencia del denunciado. La denuncia carecería del impulso necesario, porque es un contrasentido lógico que la propia denuncia diga que esa persona es inocente. Si es inocente y no sospechamos nada, ¿para qué vamos a promover el juicio político? El juicio político del PRO es una simple maniobra para lograr una rápida absolución que beneficie al macrismo.

«El único fundamento serio de juicio político debe ser no solo la causa penal, sino también lo que ocurrió y ocurre con la Metropolitana y la legislación represiva que pretende sancionar el macrismo.

«De no prosperar nuestro pedido de juicio político, más allá de la opinión sobre la Metropolitana, el objeto que plantea el resto de la oposición en la comisión investigadora cubre los aspectos para nosotros decisivos.

«La oposición debe salir a ventilar esto en toda la Ciudad. No es solo un problema de acá adentro ni de contar votos: acá tenemos un aparato represivo dirigido por genocidas. Las escuchas no se acabaron con Ciro James y el Fino Palacios: siguen. Esos aparatos no se montan para ser desmontados ante el primer atrapado: siguen funcionando. Ferrón, Mazzeo y otros hoy nos están monitoreando desde la Metropolitana.

«Debemos avanzar, desde toda la oposición, en un juicio político que tarde o temprano vaya en dirección a la remoción de Macri y de su política. En conjunto, de manera unitaria, discutiendo democráticamente las mejores posiciones para avanzar en esta dirección: fuera Macri, fuera la Metropolitana, fuera su política represiva.»



No votarle ni una ley más



El jueves 5, Macri logró una ley clave para desviar fondos a través de Autopistas Urbanas, AUSA. Se la aprobaron el bloque K, PJ, UCR, ibarrismo, PS y una diputada sabbatellista. En contra votaron Proyecto Sur, la Coalición Cívica y Parrilli, quien planteó:

«Adelanto nuestra posición negativa. Por lo señalado sobre AUSA y su endeudamiento. Porque se van a desfinanciar los subtes, de los cuales se iban a construir 10 kilómetros por año. Y porque se le van a dar 600 millones de pesos a una empresa que desde hace tiempo no paga con dinero, sino con obras que son incontrolables para la Ciudad. La zanahoria, que serían las obras a realizarse en Educación, se deberían hacer con las partidas presupuestarias destinadas a ese fin. Este proyecto no debe ser aprobado por la oposición, porque se inscribe en el marco de la llamada ‘crisis institucio-nal’. Y el principal problema que tiene la Ciudad es Mauricio Macri…

«No le podemos dar a este jefe de gobierno 600 millones para que siga administrándolos y disponiendo de ellos en obras electorales, con absoluta arbitrariedad. Tampoco le podemos aprobar ningún proyecto de ley desde la oposición, si creemos efectivamente que la situación es grave, como todos decimos. No se lo puede seguir apoyando políticamente, aunque sea de forma indirecta. Y la manera de lograr la licencia de Macri es no votarle ningún proyecto hasta que se la tome.

«Hago hincapié en la oposición, ya que el miembro informante del oficialismo les agradecía una y otra vez; creo que seis veces, por haber trabajado en el proyecto y también les agradece de corazón -y quizás con alguna otra cosa más- que se lo aprueben.

«El oficialismo es minoría en esta Legislatura. El PRO no puede aprobar ningún proyecto si no es por medio del acompañamiento, que lamentablemente se realiza casi siempre como la sombra al cuerpo, de lo que llamamos la oposición pro PRO. Hay unos pro PRO históricos y, a lo mejor, hoy se suman unos pro PRO ocasionales… Si queremos que Macri se tome licencia, si estamos convencidos de la gravedad de los delitos que cometió, si consideramos que son causales de mal desempeño y si estamos a favor -vía juicio político o comisión investigadora que irremediablemente va a desembocar en juicio político- de que se vaya, no le podemos aprobar este proyecto.»



Sin tregua, hasta que se vaya



En principio, la comisión investigadora tendrá 17 miembros: 12 de la oposición (uno por bloque) y 5 del PRO. En medio de la crisis política, el desastre de Villa Urquiza suma otro motivo legítimo para echar a Macri y su política. Pero con «opositores» como los pro PRO que denuncia Parrilli, lograr que esa comisión investigue a fondo y acuse a Macri no será una tarea sencilla pero sí posible. Requiere que todos los trabajadores, jóvenes, vecinos y organizaciones democráticas y populares que ya no se bancan ser gobernados por este facho y delincuente político tomen la pelea en sus manos. A dar juntos esa lucha los convocamos desde el CADHU Y el MST-Nueva Izquierda.

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